Erica Falck está embarazada de ocho meses y pasa el verano con su pareja, el detective Patrik Hedström, en la tranquila localidad costera de Fjällbacka. Lo que deberían ser unas vacaciones tranquilas se convierte en pesadilla cuando un niño encuentra el cadáver desnudo y torturado de una joven turista alemana. Al retirar el cuerpo, aparecen debajo los esqueletos de dos chicas que desaparecieron en 1979 con el mismo modus operandi.
Patrik se hace cargo del caso mientras Erica, incapaz de mantenerse al margen (sobre todo cuando descubre que una de las víctimas del pasado tenía relación con su propia madre), empieza a investigar por su cuenta. Todo apunta a una vieja familia de predicadores itinerantes con secretos muy oscuros, fanatismo religioso, abusos y venganzas que llevan décadas pudriéndose.
